Cuando hablamos de alimentación holística, nos referimos a la manera en que nos enfocamos en nutrir y equilibrar todas las dimensiones de nuestro ser, incluyendo el plano físico, mental, emocional y espiritual. Luego de un verano lleno de actividad y expansión, y a medida que nos adentramos en esta temporada de transición, el ambiente más tranquilo y recogido nos invita a hacer una pausa, mirar hacia adentro, evaluar nuestro camino y ajustar nuestras acciones si es necesario.
Con la llegada del otoño, podemos observar cómo las hojas de los árboles caen, los días se acortan y las temperaturas disminuyen. Y si bien este cambio en el entorno puede afectar nuestra energía de diversas formas, también la belleza y la tranquilidad que nos ofrece, puede significar para muchos fuente de inspiración y calma.
Es un momento en el que podemos notar cambios en nuestro cuerpo; el metabolismo se ralentiza y la síntesis de proteínas disminuye, lo que afecta la regeneración del cabello, uñas, tejidos y huesos. El cuerpo necesita más calorías debido al descenso de la temperatura ambiental y corporal.
Debido a las lluvias, la bajada de temperaturas y la reducción de la luz solar, los niveles de energía y el estado de ánimo pueden verse disminuidos, por lo que es importante cuidar también nuestra salud mental: El trastorno afectivo estacional es muy frecuente en estas épocas del año y se caracteriza por alteraciones emocionales como nostalgia, falta de energía, dificultad para dormir y antojos de alimentos ricos en carbohidratos. Pero tranquilas, este trastorno tiende a desaparecer con el aumento de las horas de sol.
En cuanto a la comida, podemos encontrar una amplia variedad de frutas y hortalizas que son ideales para acompañar sopas, guisos y otros platos calientes.
En esta lista de alimentos destacan las alcachofas, peras, manzanas, naranjas, frutos secos, castañas, setas, calabaza, boniato, verduras de hoja verde como la acelga, las espinacas y la rúcula. Estos alimentos no solo son deliciosos, sino que también nos brindan nutrientes esenciales para fortalecer nuestro sistema inmunológico y mantenernos saludables durante la temporada otoñal. Además nos permiten explorar nuestra creatividad culinaria; podemos aprovechar para experimentar con diferentes combinaciones de sabores y texturas, explorar nuevas recetas y elaborar conservas caseras, mermeladas y compotas. Aprovecha a belleza del otoño, sal a dar un paseo por el parque, admira los colores de las hojas que caen y conecta con la naturaleza.
Así como los árboles se desprenden de sus hojas para prepararse para el invierno, nosotros también experimentamos momentos de crecimiento y renovación. Este proceso nos viene a recordar la naturaleza cíclica de la vida, que las épocas de cambio son inevitables y que en ellas siempre está la posibilidad de crecer, aprender y reinventarnos.
Para ir terminando, y sin dejar de mencionar las festividades que se celebran en dicha temporada, como Halloween y el Día de los Muertos, ten en cuenta que las mismas nos invitan a celebrar y honrar la muerte como parte esencial de este ciclo. Aprovechemos este momento del año para recordar e invocar la sabiduría de nuestros ancestros, sintiéndonos más conectadas con la sabiduría y la energía que nos rodea. Es un momento propicio para conectarnos con nuestra esencia y encontrar la tranquilidad y la serenidad en medio de la transformación constante de la vida.
Cuidémonos, nutriéndonos de manera integral y encontrando la conexión con nosotras mismas en este hermoso ciclo que comienza.
En la próxima entrada del blog les estaré compartiendo algunos consejos para que puedan fluir con este periodo de transición de manera holística y en calma.
Recuerda que estoy aquí para ofrecerte mi apoyo y acompañamiento personalizado. Si necesitas orientación adicional, no dudes en contactarme. Juntas, podemos trabajar en tu bienestar integral y encontrar las mejores soluciones para ti.
Con cariño,
Natalia.